Creo que la música es un segundo idioma y se adquiere a través de la exposición y el uso natural, al igual que se adquieren nuestros primeros idiomas. Improvisar música (inventarla en el acto) es el equivalente al habla. Componer música es el equivalente a escribir. Abordamos nuestras zonas de confort para garantizar que los estudiantes se sientan seguros para explorar el lenguaje musical. La música está centrada en el estudiante, lo que significa que sus intereses y atributos únicos guían la toma de decisiones en el aula de música y los estudiantes guían su propio aprendizaje. Inicialmente aprendemos música a través de la aproximación, que es una etapa importante en la adquisición del lenguaje. Y, por último, andamiamos el aprendizaje, asegurándonos de que todos podamos tener una conversación juntos, ¡sin importar cuál sea nuestro nivel!

Me encanta pasar tiempo con mi familia y amigos, jugar, andar en bicicleta y leer. ¡Este año estoy especialmente emocionado de poder tocar música con otros maestros mientras comenzamos a formar una banda!